El desarrollo de la sociedad y las actividades generadas por esta han generado un aumento en las emisiones, dando como resultado un calentamiento global durante los últimos años.
Hoy en día existe un consenso mundial al respecto de todos los países cuyo punto de partida es la Conferencia sobre el Clima (París, 2015) que concluye con el Acuerdo de París. Este ha sido el primer acuerdo universal y jurídicamente vinculante sobre el cambio climático cuyo objetivo es limitar el calentamiento por debajo de 2 grados. Desde entonces se sigue trabajando y colaborando en la toma de decisiones.
A nivel de normativa regulatoria destaca el Reglamento (UE) 2018/1999, fruto del cual nace el Pacto Verde Europeo y la Estrategia Europea de descarbonización a 2050 con el objetivo de reducir la huella de carbono en un 40% en 2030 y un 90% en 2050, creando así un proyecto ambicioso que implica a todas las organizaciones y empresas.
Este objetivo pretende dotar a Europa de una economía de alta eficiencia energética y bajas emisiones de CO2 que impulse la economía, ayude a crear empleo y mejore sustancialmente la competitividad.
La Huella de Carbono es un indicador ambiental que pretende reflejar la totalidad de gases de efecto invernadero emitidos por efecto directo o indirecto de un individuo, organización ó producto y el cálculo de ésta, supone hoy en día una ventaja competitiva entre las empresas. Esta huella se deberá medir durante todo el ciclo de vida de un producto o servicio, desde la extracción de la materia necesaria, el proceso, fabricación y distribución, hasta la etapa final, que pude ser depósito, reutilización o reciclado.
Cada día, los clientes, los consumidores y la sociedad están más sensibilizados con la problemática y efectos del Cambio Climático. Por tanto, contar con un compromiso de reducción de la Huella de Carbono, constituye un elemento diferenciador de las empresas.
Muchas empresas a la hora de subcontratar, están exigiendo a sus posibles proveedores o colaboradores que cuenten con este compromiso, de tal manera que demuestren que están adoptando medidas para reducir y/o compensar su huella de carbono
Pero, ¿cómo se calcula la Huella de Carbono?
Para realizar el cálculo de la huella de carbono lo más importante es clasificar las fuentes de emisión y su alcance. Así podemos distinguir:
- Las emisiones directas: son liberadas en el lugar donde se produce la actividad como las derivadas en la quema de combustible en instalaciones de calefacción.
- Las emisiones indirectas: son aquellas no generadas en fuentes controladas por la compañía, pero son consecuencias de sus actividades, como las emisiones por consumo de energía ó no se encuentran bajo el control de la empresa como viajes de trabajo.
Registro de Huella de Carbono
Para aquellas empresas que hayan decidido calcular su huella de carbono en la actualidad, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación cuenta con una guía para facilitar el registro (es voluntario y de participación modulable) para calcular la huella de carbono para pequeñas y medianas empresas.
Una vez que la empresa inscribe la huella de carbono en el registro nacional se expide un certificado acreditativo que calificará a la empresa como comprometida con el medio ambiente lo que generará unos beneficios a la empresa.
Existen otras acreditaciones de la de Huella de Carbono como la ISO 14064 y el protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol) que son para organizaciones y la ISO 14067 que es para servicios y productos, entre otras.
¿Cuáles son las ventajas de reducir la Huella de Carbono?
Calcular y registrar la huella de carbono de una empresa aportará los siguientes beneficios:
- Contribución a la lucha contra el cambio climático al controlar y reducir las emisiones GEI.
- Mejorar la imagen ambiental de la empresa ante clientes, Administración pública y la sociedad.
- Ahorro de costes energéticos por mejora de la eficiencia energética.
- Acceso a nuevos mercados y oportunidades de negocio.
- Es un proceso sencillo con asequibles costes de cálculo y registro para PYMES.
¿Qué se puede hacer para reducir la Huella de Carbono de forma práctica?
Las estrategias para la reducción de la huella de carbono dependen de las características de cada negocio como tipo de actividad, cadena de producción, consumo energético, flota de vehículos, etc. Pero una estrategia común en todos los casos que aporta un óptimo resultado, es una mejora en la eficiencia en el consumo y suministro energético. Es aquí donde juega un papel importante el autoconsumo energético.